los 10 mandamientos de una perfecta fashionista

Amas la moda, to look es radicalmente diferente y te sabes de memoria las colecciones. Puede que tus compañeras de trabajo o tu madre no te entiendan. ¡Bravo! Eso significa que estás en la vanguardia. ¿Has preparado ya la maleta para la fashion week?

  • La moda es tu fe y el vestidor, tu paraíso

Para ti, vestir, escoger, combinar... es una religión y tu vestidor un santuario. Y punto. Ese es un lugar sagrado en el que te adentrarás con la mirada arrobada y el alma henchida de devoción. Y, por supuesto, estará siempre en perfecto estado de revista: todo en su interior tiene un dónde y un por qué y está perfectamente alineado y clasificado en categorías, subcategorías y sub-subcategorías (por color, por tipo de prenda, por estación...).

Si la tarea se te va de las manos, recurre a la gurú del orden Alejandra Costelo que desde su webwww.alejandra.tv no deja detalle al azar y tiene una solución organizativa para todo. Añade también a tu lista de favoritos esta otra dirección: www.thecoveteur.com, que se cuela en los vestidores de las mujeres más estilosas del planeta, siempre al acecho de nuevos trucos de organización e ideas inspiradoras.

  • Tú no obedeces, tú mandas

Una visionaria del estilo como tú, no se rebaja a peregrinar por los puntos calientes de las rebajas. Eso significaría, resignarse a llevar prendas caducadas, tendencias en pleno proceso de extinción. ¡Y eso jamás! Ser una verdadera entendida en moda significa ser una líder, no una seguidora. ¿Que tus compañeras de trabajo acaban de caer rendidas a los encantos de la falda midi? Perfecto. Eso puede estar bien para ellas, pero tú vas siempre un paso (como mínimo) por delante.

Estás en el siguiente nivel, en uno que ellas ni siquiera ven todavía venir. Y fichas en la oficina con tu falda tableada, tu blusa victoriana con lazada al cuello, creando un look que tu abuelita habría aplaudido. Ellas, tus compañeras, no entenderán nada, así que no te ofendas si recibes miradas extrañadas. Al contrario: cosecha esos ojos ajenos como platos como un trofeo. Su ignorancia es la prueba de que vas en vanguardia. Sigue así.

  • Cultiva la ciencia del detalle

Este es un mandamiento de nuevo cuño, consecuencia directa de la globalización de la moda. Si ayer estaba chupado conseguir un look radicalmente diferente al de tu vecina, hoy esa tarea se ha hecho mucho más ardua. ¡Y antes muerta que unirte al uniforme de turno! La fashionista que eres tiene que ir siempre un paso más allá para diferenciarse y ser única.

¿Cómo? Otorgando a los detalles la importancia que merecen. Para desmarcarte de lo que lleva el resto, uno: tendrás que llevar una agenda rigurosa de las colecciones cápsula y las ediciones limitadas de los diseñadores más codiciados.

Dos: síguele la pista a los creadores artesanos. Pueden ser locales (los tienes en tu ciudad y probablemente hasta en tu barrio) o más allá de las fronteras y los océanos. Los portales www.muzungusisters.com o www.hobosociety.com son solo dos ejemplos, pero internet está plagada de creatividad y de artistas que ponen sus ideas al servicio de los detalles que tú necesitas (joyas, accesorios, telas y estampados...).

Y tres: redescubre el significado de 'Do it yourself': imagínalo y hazlo tú misma.

  • Sé valiente y atrevida

Nadie destaca haciendo lo mismo que el de al lado. Nadie llama la atención abonándose a la monotonía y ciñéndose el corsé de las normas establecidas. La originalidad y, por qué no, incluso la extravagancia, conseguirán que las miradas se vuelvan hacia ti. Y ese es el primer paso para triunfar como fashionista. Crea un estilo personal a base de probar y mezclarlo todo: las tendencias, los colores, los prints...

Las ideas alocadas hicieron famosa a Carrie Bradshaw, una de las 'it girls' de nuestra era, capaz de tomar decisiones estéticas tan dudosas como eficaces, que defendía con descaro y seguridad. Esa es la actitud. Este término define a esa persona que respira moda y se alimenta de tendencias, pero que además tiene el arte de adaptarlas a un estilo propio y llevarlas en cualquier circunstancia.

  • Sufres instagramitis aguda...

Y no tienes intención de medicarte. Es absolutamente necesario seguir por tierra, mar y aire los perfiles sociales de las personalidades más respetadas del planeta moda. Haz clic, si no lo has hecho ya, en el de la belga afincada en NY Natalie Joos (consultora de moda, estilista y una de las favoritas del street style actual) y en el de Lauren Santo Domingo, la cofundadora de Moda Operandi, el portal de preventas de marcas de lujo, donde puedes adquirir lo que se ve en los desfiles instantes después de que se celebren.

El otro 50% de ese proyecto es Taylor Tomasi Hill, y su cuenta de Instagram, una simbiosis perfecta de high y low cost e instantáneas desde el front-row. Sigue también el perfil de Sophia Amoruso, la creadora de Nastigal.com, que empezó fotografiando su ropa usada para venderla en eBay y acabó facturando millones de dólares.

  • Serás imbatible en el juego de quién hace qué

Los diseñadores y directores creativos de las principales firmas de moda son adictos al juego de las sillas. Si quieres ser reconocida como una verdadera fashionista, no puedes caer en un renuncio y que en una conversación cualquiera cometas un pecado imperdonable: no estar a la última. Los expertos recomiendan visitar la web Businessoffashion.com, tres veces al día, cada ocho horas, después de las comidas. Así lo sabréis todo, de todos: Karl, Simon o Nicolas no podrán esconderse de ti. Y sí, por supuesto, una auténtica fashionista se refiere a ellos por su nombre de pila.

  • Honrarás a los clásicos

Son los pilares sobre los que se erige todo, los cimientos de todo vestidor que se precie. Esas piezas míticas que no pasan de moda y que le hacen burla a las tendencias fugaces y olvidables desde su pedestal. Las puedes recitar de carrerilla, como el abecedario y nunca, nunca, nunca renegarás de ellas. El 'trench' de Burberry; el esmoquin de Saint Laurent; la 'petite robe noire' de Chanel; el pañuelo carré de Hermès; el sastre de Armani; el bolso de viaje de Vuitton; el abrigo camel de Max Mara... Al Olimpo de los iconos no accede cualquiera.

  • Practicarás el sentido del humor

Parece sencillo, pero es una lección que no siempre es fácil de aprender. Sin embargo, es necesario alcanzar la excelencia en el arte de jugar con la moda sin tomarte jamás demasiado en serio. Si la idea de ponerte una sudadera con la cara de Bob Esponja no te hace ni pestañear y encajarla en un 'outfit estiloso' no te crea el más mínimo problema... ¡Enhorabuena, lo has conseguido!

  • No te confundirás con una 'fashion-victim'

Porque no es lo mismo, no. Ellas son esas personas que siguen las tendencias sin ton ni son, que se adhieren a lo último sin discriminación ni criterio propio y tú eres otra cosa. Tú te inspiras en las tendencias, las diseccionas, las seleccionas, las pasas por un filtro personal e intransferible de las que nace tu estilo único e irrepetible y, por qué no decirlo, envidiable. Para ellas, nada es demasiado: superponen todo lo que se lleva sobre su cuerpo conjugándolo en un mismo look y no dudan en ponerse cualquier cosa (por espantosa, ridícula o poco favorecedora que sea) si es trendy. Y tú no haces eso. ¿Verdad?... ¿V-E-R-D-A-D?

  • Adorarás un 'must' sobre todas las cosas

La moda cambia, sí, pero la personalidad permanece y se materializa en una pieza fetiche. Para Carine Roitfeld, por ejemplo, es la falda lápiz; para Anna Wintour, son los estampados de flores y, por supuesto, su corte de pelo irónico... Cuando una mujer cambia su imagen demasiado de una temporada a otra, es porque se ha convertido en una víctima de la moda, afirmaba Versace.Todas las auténticas fashionistas tienen su obsesión particular, una especie de vicio o trastorno obsesivo-compulsivo que las identifica y las hace ser quien son. ¿Cuál es el tuyo? ¿Todavía no lo has encontrado? Una pena. Estabas tan cerca...

lunes, 25 de mayo de 2015

Manual de uso de las faldas de tul: ideas para bodas, comuniones... y para tus looks 'casual chic'


fotosSarah Jessica Parker con falda de tul

Las faldas de tul siguen siendo un 'must' en el armario de las 'fashionistas'. Y, además, cada vez se ven más sobre la pasarela (Burberry Prorsum, DKNY, Valentino...), pero también en looks 'todoterreno' que sirven tanto para la temporada BBC (bodas, bautizos y comuniones) como para estilismos 'casual chic'. Sí, has leído bien, pero todo depende de cómo y con qué se luzcan.
Como dice una compañera de Mujerhoy.com, "hemos visto mucho 'Sexo en Nueva York'", y debe ser por eso por lo que nos resistimos a olvidar la falda de tul. Sí, esa falda estilo tutú de bailarina que lucía Carrie Bradshaw muy airosa y que todas, alguna vez (tú también) hemos querido lucir. En la galería superior tenemos 15 modelos irresistibles, pero también unas cuantas famosas e 'it girls' que nos sirven de inspiración, y estos consejos tan útiles para que las luzcas con estilo tanto en una boda, como para ir de compras o a la oficina.
1. Cuidado con el largo: al tratarse de un tejido con volumen y bastante rígido, si eliges un modelo demasiado corto lo más probable es que termines enseñando más de lo que te gustaría. ¿Nuestra propuesta? Un largo 'midi' o justo a la altura de la rodilla.
2. Ese volumen del tejido también será clave a la hora de elegir con qué combinar tu falda de tul. Así, para evitar sumarte kilos sin sentido, olvídate de lucirla con jerseis o blusas 'oversize'. Un 'crop top', una camisa entallada metida por dentro, una blusa anudada a la cintura o una camiseta ajustada son nuestras opciones favoritas. La clave es que marques cintura para potenciar una silueta 'reloj de arena'.
3. Además, si optas por el recomendado largo midi para tu falda, acompáñala de un buen par de tacones para estilizar la silueta.
4. A la hora de elegir los colores, nos quedamos con los tonos empolvados más delicados (rosa bebé, azul cielo, nude, vainilla, verde aguamarina, lila...), el blanco o el negro.
5. ¿Cómo convertirla en una prenda 'todoterreno'? Para acudir a un evento como una boda o un cóctel, combina tu falda de tul con un top o blusa de seda, raso o estilo lencero, unas sandalias de tacón o unos 'stiletto', un cinturón joya y un tocado. Para recorrer la ciudad como la mismísima Carrie Bradshaw, no hace falta una camiseta de Dior ni unos 'Manolos': unas cuñas de esparto, una blusa blanca entallada, un bolso-cesta de rafia y, si te atreves a darle un toque 'años 50', un pañuelo a modo de diadema en la cabeza.

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